La región crecerá un 1,7% en 2023, menos de la mitad que este año, según el Fondo
La economía latinoamericana crecerá este año la mitad que en 2020 y el próximo año, la mitad que este, según las previsiones publicadas este martes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe Perspectivas de la Economía Mundial. El brusco frenazo de Latinoamérica se enmarca en una recuperación frustrada de la economía global como consecuencia de la superposición de múltiples crisis. Tras la pandemia, la guerra de Ucrania, los problemas en las cadenas de suministro y las subidas de precios pasan factura.
El FMI, en realidad, ha revisado al alza la previsión de crecimiento de Latinoamérica para este año y a la baja la del próximo, lo que acentúa el perfil descendente. Este año está yendo hasta ahora mejor de lo previsto, pero la actividad pierde fuelle y la fortaleza del dólar y los flujos de capitales no ayudan.
“Se prevé que el crecimiento en Latinoamérica y el Caribe sea del 3,5% en 2022 y del 1,7% en 2023. El crecimiento para 2022 es superior en 0,5 puntos porcentuales a lo previsto en julio, lo que refleja una actividad más fuerte de lo previsto en el primer semestre de 2022, gracias a los precios favorables de las materias primas, condiciones de financiación externa aún favorables, y la normalización de las actividades en los sectores intensivos en contacto personal” tras la pandemia, explica el Fondo en su informe.
Hasta ahí, todo relativamente bien. Lo malo viene ahora: “Se espera que el crecimiento de la región se ralentice a finales de 2022 y en 2023 a medida que el crecimiento de los países socios se debilite, las condiciones financieras se endurezcan y los precios de las materias primas se suavicen”, añade el FMI. La subida de los tipos de interés en Estados Unidos y la fortaleza del dólar provoca una situación financiera difícil en Latinoamérica.
La otra mala noticia es que la inflación apenas cederá. El Fondo ha visto que en la región continúan las presiones sobre los precios y ha elevado al alza su previsión de inflación media para Latinoamérica y el Caribe hasta el 11,4%, una inflación de dos dígitos que apenas supone un alivio frente al 14,1% previsto para este año.

 Previsiones del FMI para América

Variación del PIB en % 

Chile, en negativo

El frenazo será bastante generalizado en toda la región, pero llama la atención lo fuerte que es en los dos países que más recientemente han elegido presidentes izquierdistas. En el caso del Chile de Gabriel Boric, el FMI cree que su economía pasará de crecer un 2,2% este año a contraerse un 1,0% en 2023. Será el único gran país de la región en negativo, y además mantendrá una elevada inflación (11,6% y 8,7% en 2022 y 2023, respectivamente).

El otro frenazo más brusco es el de la Colombia de Gustavo Petro. La economía pasará de una velocidad de crucero con la que está creciendo un 7,6% este año a solo expandirse un 2,2% en 2023.

También pierden fuelle las dos mayores economías de la región, Brasil y México. Brasil está yendo este año bastante mejor de lo previsto gracias a los precios de las materias primas, principalmente. El FMI ha elevado la previsión de crecimiento para el conjunto de 2022 en 1,1 puntos, hasta el 2,8%, desde la anterior estimación publicada en julio. Sin embargo, en 2023 el PIB solo aumentará un 1,0%, según los economistas del Fondo, que en este caso han rebajado su previsión una décima. La inflación media pasará del 9,4% de este año al 4,7% de 2022.

En México, en cambio, las cosas ya están peor de lo esperado este mismo año y el informe rebaja en 0,3 puntos su previsión de crecimiento, hasta el 2,1%. Para 2023, mantiene su estimación de que la economía crecerá un 1,2%. La inflación se enquistará más que en Brasil y el Fondo cifra su estimación en el 8,0% este año y el 6,3%, el próximo.

Donde la inflación no da tregua es en Argentina. La subida media de los precios será del 72% ese año y aún mayor, de 76%, el próximo, según las estimaciones del FMI. La economía frenará su crecimiento a la mitad, del 4% al 2%. Perú, Ecuador, Bolivia y Paraguay tendrán un escenario macroeconómico más favorable. La economía frenará menos su crecimiento (acelerará en el caso de Paraguay) y la inflación estará bastante controlada, según las previsiones.

Venezuela también se libra del frenazo, pero es un caso aparte por el enorme empobrecimiento que acumula. Su economía se ha contraído en los últimos ocho años hasta representar poco más de la cuarta parte de lo que era en 2013, según las estimaciones del FMI. Ahora, se prevé que crezca un 6,0% este año y un 6,5% el próximo, pero sobre esa mínima base. Además, aunque la hiperinflación ya no es tan alocada como en los últimos años, el FMI aún prevé que los precios suban de media un 210% este año y un 195% el próximo.