Los problemas que aquejan a todos los países, como la guerra y el precio del petróleo, se suman a los propios del Gobierno.
La guerra que recrudece en Europa del Este, los mercados petroleros volátiles, las previsiones hechas desde afuera de que se viene una recesión que va a golpear a las economías más débiles, las complicaciones de un norte en la política económica de Ecuador por las diferencias con la Asamblea Nacional y hasta que el presidente Guillermo Lasso piense en una recompra de bonos: todo confluye en que el riesgo país lleve cuatro meses subiendo.
La semana pasada llegó a sus picos más altos en dos años. El miércoles alcanzó 1.841 puntos, el jueves escaló a 1.945, para cerrar el viernes en 1.883, de acuerdo con los datos publicados por el Banco Central del Ecuador.
Y es que, con ese marco internacional, los mercados perciben que habrá un golpe en las finanzas públicas de los países en vías de desarrollo, como Ecuador. A nivel interno, el punto de partida de esta escalada del riesgo país —que antes estaba en entre 700 y 800 puntos— fue el paro nacional de junio. “(Pero) de ahí estamos viendo que los conflictos internos que se dan con la Asamblea Nacional de no pasar reformas están generando de una o de otra forma que los mercados internacionales vean que la política del Gobierno no pueda ser sostenible en el tiempo”, indica el analista Larry Yumibanda, del Círculo de Economía de Guayaquil.
Considera que se percibe que se podría caer en procesos de renegociación de la deuda, como la que hizo Lenín Moreno con los tenedores de bonos y la que hizo el Gobierno de Guillermo Lasso con China; incluso cree que la renegociación con China nos juega en contra. “Eso parece que perciben los mercados internacionales: que puedan entrar en otro proceso de renegociación de la deuda con otro tramo de los bonos de cara a los próximos meses. Y adicionalmente el Gobierno ha dicho que es el momento para recomprar bonos; eso también podría generar algún tipo de especulación”. Menciona que, “ante un escenario de un posible default, que no es el caso todavía, puede que estén tomando precauciones los mercados internacionales subiéndole el riesgo país a través de las calificadoras”.
En este escenario, el ministro de Economía, Pablo Arosemena, fue a Washington a reunirse con organismos multilaterales. Yumibanda dice que fue al Fondo Monetario Internacional (FMI) a afianzar que le aseguren los recursos para el pago de la deuda.
El Ministerio de Economía asegura que allá se logró fortalecer el respaldo de la comunidad internacional al Plan Económico Reactivación del Gobierno.
Con la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, se abordó el esfuerzo del Ecuador por alcanzar la sostenibilidad de sus finanzas públicas y un crecimiento económico inclusivo. Arosemena espera que el país termine con éxito el acuerdo con el FMI.
También conversó con Michael Kaplan, subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental del Departamento del Tesoro, donde se resaltó la solidez de los indicadores económicos ecuatorianos y se analizaron mecanismos de respaldo al país.
Con Felipe Jaramillo, vicepresidente para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, y Erivaldo Gomes, director ejecutivo del Banco Mundial, se analizó la importancia de que Ecuador continúe con el respaldo financiero de este multilateral para la protección ambiental y programas de desarrollo que ayuden, entre otros fines, a combatir a la desnutrición crónica infantil.
En la cita con Junaid Kamal Ahmad, del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA, por sus siglas en inglés), se solicitaron garantías de respaldo a inversiones del sector productivo ecuatoriano de alto impacto y que generen empleo de calidad.